Templos de planta centralizada

001 panteon_vista

La tipología de plantas en los templos se ha ido adaptando a las modas de cada época y también a la función de los mismos. En la Antigüedad, los edificios de planta centralizada tenían un carácter funerario y conmemorativo; en el centro se ubicaba el sarcófago o la escultura de la deidad, inevitablemente al carecer de punto de fuga, era aquí donde los ojos se fijaban. Este tipo de planta se inspira en los esquemas arquitectónicos heredados del mundo tardo antiguo. El cristianismo adopta el modelo de los mausoleos imperiales para conmemorar la Pasión de Cristo, por lo que la planta circular pasó a simbolizar la muerte y resurrección de Cristo. Durante el siglo XI, en plena Alta Edad Media, y gracias a las Cruzadas, volvieron a construirse edificios de planta centralizada, tomando como modelo el Santo Sepulcro de Jerusalén, aunque cada edificio posea sus características propias en todos ellos se conserva la idea principal. En esta primera época las formas más empleadas son la circular, cuadrada y octogonal. Queremos mencionar en esta breve introducción que contrariamente a lo expuesto, este tipo de planta no fue de uso exclusivo para los templos exnovo de las Órdenes Militares y que éstas también emplearon los modelos rectangulares.

Hagamos un breve recorrido por su historia:

–       Antigüedad:

Fue Constantino, primer emperador cristiano, quién promovió la edificación de templos para la práctica del nuevo culto, muchos de ellos se construyeron con planta centralizada, destacando: los baptisterios, los mausoleos y los martyria. 

002 Anastasis JerusalenMartyria: se trata de templos con carácter conmemorativo, que se dedican al culto a los santos o a la vida de Cristo. En Jerusalén se edificó uno dedicado a los últimos momentos de la vida de Cristo, este complejo se dividía en cuatro zonas: un patio o atrio oriental, una basílica de cinco naves: el Martyrion, un atrio interior que cobijaba la cruz y una rotonda en la parte más occidental: el Anástasis (resurrección en griego), que cobijaba el sepulcro. La Anástasis original se componía de un espacio circular rodeado por columnas y un muro exterior, en el que se abrieron tres ábsides semicirculares, orientados al norte, al oeste y al sur. Todo ello se cubrió con una cúpula que tenía perforado un óculo cenital. Con el transcurrir del tiempo, el templo se deterioró y no fue hasta mediados del siglo XI, y gracias al emperador bizantino Constantino Monómaco, cuando los cristianos pudieron restaurar el edificio. Se levantaron doce columnas y seis pilares centrales, se reformó la tribuna, se abovedó el deambulatorio y se construyó un ábside oriental. Así lo vieron los cruzados en la primera mitad del siglo XII. Fueron ellos los que alzaron un transepto y un coro al este de la rotonda, provocando la desaparición del absidiolo oriental, y se perforó el septentrional para ubicar una puerta. Al regresar los Cruzados a Europa, se trajeron consigo las tipologías y técnicas constructivas de Oriente, cobrando importancia los templos de planta centralizada, dándoles unas características propias en cada zona.

Mausoleos: Son tumbas monumentales, inspiradas en la tradición funeraria pagana y en la tradición romana; como la tumba de Teodorico (Rávena), el mausoleo de Centcelles (Tarragona) y el de Pueblanueva (Toledo).

Baptisterios: El avance de la nueva religión y la obligación de bautizarse facilitó la creación de este tipo de edificio, que albergaba la pila bautismal. Comenzaron formando estructuras independientes del templo, con planta circular o poligonal con dos accesos: uno para los catecúmenos y otro para los fieles bautizados; en el centro se colocaba la pila bautismal, rodeada por un deambulatorio.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

–     Carlo Magno:

004 AquisgranSerán los arquitectos carolingios los que comenzaran a ensayar con el carácter espacial y funcional de los edificios religiosos, sentando las bases de lo que será la arquitectura eclesiástica medieval; sirviéndoles de inspiración a los ostrogodos, que propagarán las ideas en su avance por Europa. En Aquisgrán, a finales del siglo VIII se edificó la capilla palatina de Santa María, su planta es octogonal y se cubre con una bóveda de paños, a su alrededor encontramos un deambulatorio hexadecagonal, por el que se accede a la zona central gracias a una arquería de medio punto, soportados por pilares. Encima del deambulatorio hay una tribuna cubierta con bóveda de arista, en ella, sobre el pórtico de acceso, se coloca el trono imperial. A eje con la entrada encontramos el presbiterio. Su carácter inicial fue martirial, ya que en ella se albergaban y veneraban las reliquias que poseía la monarquía franca. Empezó a usarse la planta circular y cubierta con cúpula para los edificios relacionados con la muerte, tomando como precedente los mausoleos cristianos de la época de Constantino.

–       Románico:

Las plantas centralizadas siguieron su evolución, al igual que el resto. Su carácter no se limitaba sólo a los ya citados: funerario, baptisterio y de oratorio privado; ahora también, determinadas órdenes religioso –militares las empleaban para levantar algunos de sus templos. Las plantas centralizadas pueden ser:

De planta Circular– son los que más siguen los modelos de la Anástasis de Jerusalén y el Panteón de Roma, convertido en iglesia en el siglo VII (Santa María de Martyres). Los ejemplos que tenemos en España son:

  1. Cataluña- San Miguel de la Pobla de Lillet, la capilla del Castel Yuça, Saldes, San Jaume de Villanova, el Sant Sepulcro d´Olérdola, San Pere de Cervera y la Rodona de Vic.
  2. Castilla y León- San Marcos en Salamanca.

De planta Poligonal– la función funeraria de muchos de estos templos los conecta con la Anástasis de Jerusalén, se suele escoger el octógono, ya que esta cifra se relaciona con la Resurrección. Para algunos teólogos, Dios creó el mundo en siete días y la resurrección de Cristo marcó el octavo día de la creación divina. Por este motivo, esta figura geométrica se empleó tanto en los templos de carácter bautismal como en los funerarios. Podemos encontrar en:

  1. Navarra- Torres del Río y Santa María de Eunate
  2. Castilla y León -la Vera Cruz de Segovia (de planta dodecagonal y construida por la Orden Militar del Santo Sepulcro).

De planta Cuadrada y Tetralobulada– son menos frecuentes que las anteriores, destacan por su modesta forma constructiva. Un ejemplo claro lo tenemos en Roncesvalles, en la Capilla del Espíritu Santo. Las plantas tetralobuladas surgen de plantas cuadradas a las que se le añaden capillas a cada uno de sus lados.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Escuelas Románicas en España

A.CATALANA:

Muchas fueron las iglesias levantadas en el último cuarto del siglo XI de planta centralizada, salvo excepciones, son de pequeño tamaño. Se encuentran dispersas por toda Cataluña, muchas de ellas son las capillas de los castillos; como la de Sant Pere de Gros o la del castillo de Lluça. Son herederas de la capilla palatina del mundo carolingio.

Igl de Sant Pere el Gros–  se encuentra en la localidad de Cervera (Lérida), se construyó en el siglo XI y su planta circular es de mayores dimensiones que las edificadas en Cataluña. Consiste en un tambor de gran grosor levantado en sillarejo, con dos aberturas: la oriental que comunica con un ábside semicircular de la mitad de altura que el muro circular; y el acceso, en el muro occidental. En el cuerpo mayor hay dos vanos opuestos, que iluminan el interior. En el centro de su tejado se conserva una espadaña.

Esta iglesia es el único resto que queda de un priorato benedictino que dependió de la abadía de Ripoll.

Igl de San Vicent de Lluça– se trata de la iglesia del arruinado castillo de Lluça. Es de nave circular cubierta con bóveda circular y lleva adosado un ábside semicircular que al interior se cierra con bóveda de cuarto de esfera. La puerta está en el lado oeste y es de traza sencilla, formada por un arco de medio punto. En los muros, encontramos además dos vanos abocinados rematados con arcos de medio punto.

Igl de Sant Miquel– ubicada en la Pobla de Lillet (Gerona). Según una inscripción que hay en el altar, la iglesia fue consagrada en mayo del año 1000, aunque la primera noticia documentada es de 1166. Su planta es circular, a la que se le adosa un ábside semicircular. La cubierta de la nave es semiesférica y la del ábside de cuarto de esfera. La portada de acceso consta de un sencillo arco de medio punto, cuya única decoración es el despiece de las dovelas.

Capilla de Sant Esteve– en Sallent, al norte de Manresa (Barcelona). Estamos ante la iglesia de planta circular, del arruinado castillo de la localidad. Actualmente bajo la advocación de San Sebastián.

Igl de Santa María D´Olo– al suroeste de Vic (Barcelona)

Igl de Sant Jaume– en Vilanova, se construyó en los últimos años del siglo XI. Su planta es circular y en ella se abre un ábside, que sobresale al exterior. Las paredes se cierran en abovedamiento cupular y en los muros quedan embebidos cuatro absidiolos repartidos simétricamente en los ejes del interior, como si se tratara de hornacinas excavadas en el muro. Al exterior, sus muros son lisos, salvo por un friso con arcuaciones en lo alto del ábside.

Igl de San Adjuntorio– en el valle de San Madí

Igl del Santo Sepulcro– en Olérdula. Esta iglesia de planta circular, conserva restos de pintura al fresco de finales del siglo XI, en el muro próximo a la puerta, sólo se aprecian unos bustos de estilo primitivo, que desde el 2007 se están restaurando.

B.CASTELLANA:

En esta zona destacan las cubriciones con cúpulas semiesféricas, de marcado carácter islámico en los arcos lobulados, debido a la continua cruzada contra el Islam a la que se veía sometida esta zona fronteriza.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Igl de la Vera Cruz– ubicada en Segovia, en el barrio de Zamarramala. Una lápida encastrada en el interior nos indica que la finalización de este templo se remonta a 1.208: “…dedicatio: eclessie: beati: sepulcro: Idus: Aprilis: era: M:CC:XLVI:…” Una antigua tradición le atribuye su existencia a la Orden del Temple, pero la inscripción que antecede a la fecha de fin de las obras, le cede su autoría a los caballeros del Santo Sepulcro: “Hec: sacra: fundantes: celeste: sede: locentur: atque: gobernantes: in: eaden: consocientur:…”  (Los fundadores de este templo sean colocados en la sede celestial, y los que se extraviaron les acompañen en la misma. Dedicación de la Iglesia del Santo Sepulcro. En los idus de abril, era de 1246 (nuestro 13 de abril de 1208)] No existe ningún documento que asegure que fue la Orden del Temple la que edificó este templo, pero las similitudes halladas con la mezquita de Omar, sede de los templarios en Jerusalén, y la iglesia portuguesa de Tomar, construida por los monjes soldados, parecen pesar más que los escritos. En el siglo XVI este edificio pertenecía a la Orden de San Juan, la cual se quedó con la mayoría de las posesiones templarias en la Península. Actualmente se baraja la posibilidad de que la iglesia fuera comenzada a construir por la Orden del Temple y que antes de acabarla, ésta pasara al Santo Sepulcro, debido al arcaísmo de sus formas y a las similitudes que se han encontrado con templos italianos: Santo Sepulcro y del Calvario de Bolonia y Santo Tomás in Lemine, en Bérgamo. En aquellos años era frecuente encontrar maestros italianos trabajando en España. Estamos ante un templo de planta dodecagonal, en tres de sus lados se abren tres ábsides, siendo el central de mayor tamaño que los otros dos. Posee una torre adosada al mediodía, posterior a su primera fábrica, pero construida en época románica, al menos los dos primeros cuerpos. Delante de ella, casi enterrado por el desnivel del terreno, existe un primer cuerpo románico con bóveda de cañón apuntado, que parece corresponder con un campanille exento. Los paramentos de los muros son de mampostería encalada, rompen su sobriedad varios vanos que se abren en la parte alta. Unos canecillos lisos sostienen la cornisa del alero. Los muros están recorridos por vanos: unas simples aspilleras y otras ventanas de medio punto.                               

Posee dos portadas, la occidental se protege con un tejaroz con canecillos y metopas con florones y otros temas vegetales; se organiza en cuatro arquivoltas de medio punto: la exterior con baquetón y las otras tres con motivos en zigzag; están bordeadas por una fina moldura exterior de billetes. En el lado izquierdo nos encontramos con los siguientes capiteles: uno corintio, otro de arpías con mantos y un tercero con dos demonios que sujetan a una figura con una cuerda, como queriéndola ahogar. En los de la derecha vemos unas arpías con las alas desplegadas, aves afrontadas y dos guerreros con cota de malla luchando cuerpo a cuerpo. El tímpano y sus mochetas son lisos y de obra posterior. La otra portada está en el muro norte y se accede por ella. Está formada por tres arquivoltas lisas y una chambrana ajedrezada de medio punto, descansa en dos capiteles con arpías, uno corintio y la representación de una Anunciación, en la que vemos dos figuras cobijadas bajo arcos trilobulados, la figura de la derecha lleva en la mano un cetro.

En el interior, lo más innovador está en el centro, se trata de un edículo dodecagonal que se une a los muros mediante arcos fajones radiales que soportan una bóveda de medio cañón. El edículo está formado a su vez por dos pisos: uno inferior de poca altura y a ras del suelo, con forma de cripta cubierta por una bóveda de crucería que apea sobre cuatro columnas que son más anchas y cortas, que las restantes. Este piso inferior se abre en las cuatro direcciones, estando ciegos al exterior los arcos, ligeramente apuntados de los ocho muros restantes. Al piso superior se accede por medio de una doble escalera occidental, es de mayor altura y se cubre con una bóveda sobre cuatro arcos paralelos dos a dos que se cruzan. Tiene una apertura frente a la entrada por la que se ve el ábside mayor. En medio de la estancia se alza un bloque de piedra rectangular con funciones de altar. Está decorado con arquería ojival, se cruzan sobre columnitas con fuste en zigzag que recuerda a las series de arcos del claustro de San Juan de Duero. Los arcos esculpidos en sus laterales tienen del fuste liso y un arco más de herradura. Recordemos que los restos San Juan de Duero, pertenecen a un monasterio de la orden de los Hospitalarios y que fue construido. 

Sobre la cúpula del segundo piso, parece existir una cámara secreta a la que se accede mediante una escala. La parte superior del edículo presenta al exterior, arcos ciegos apuntados similares a los de la inferior pero de mayor altura. Las aristas exteriores son recorridas por columnas sencillas que abarcan ambos pisos, partiendo del suelo hasta los arcos fajones. Sus capiteles son simples, de tipo corintio. Una imposta separa los dos pisos del edículo. Se cree que en la parte alta, velaban las armas los caballeros de la orden de Malta; hoy día, mantienen sus reuniones en esta sala. En ella vemos además del altar, una imagen de San Juan Bautista y una cruz de Malta. En ese altar era donde colocaban sus espadas y en el desaparecido banco de piedra corrido, era donde permanecían en vela, orando.

Los ábsides son sencillos, se cubren con bóveda de horno y sus presbiterios con  medio cañón. Los capiteles de los arcos fajones son de tipo corintio y con volutas los de las ventanas del ábside central.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Igl de San Marcos– situada en Salamanca, la antigua capilla de la Clerecía de San Marcos, es de planta circular con tres capillas rectangulares y tres ábsides redondos, que no se acusan al exterior. Por fuera sólo se perciben dos entrantes a la altura de la capilla. Esta extraña forma ha dado paso a varias hipótesis, entre ellas que se empleó un cubo de la muralla para la cabecera y que luego se completó el círculo, aunque hoy día se ha desechado, sabiendo que la planta circular se debe a la idea inicial de la construcción del templo. Al exterior podemos apreciar que la cornisa descansa sobre unos canecillos, entre los románicos podemos ver animales, cuadrifolias, bolas y alguna cabeza humana. La portada meridional posterior a la fábrica inicial, se compone de arco apuntado de cuatro roscas sobre machones y que descansan en cimacios.

En el interior apreciamos que está dividida en tres naves y seis tramos, por cuatro macizas columnas rematadas por capiteles impostados, dos de los cuales nos encontramos adosados a los muros presbiterales. Sobre ellas descansan los siete arcos apuntados que forman los distintos tramos. Los arcos más próximos a la cabecera están formados gracias a dos columnas semicilíndricas, una a cada lado de la capilla mayor, y los demás descansan en repisas de los muros. Las tres capillas de la cabecera se abren con arcos de medio punto, de los cuales está reformado el central en el siglo XVII al abrir una ventana para sostener la espadaña. Dos arcos agudos comunican las capillas. El muro cabecero es grueso en el extremo y en él se desarrolla una escalera de husillo a cada lado del ábside central. Cinco saeteras abocinadas al interior iluminan las capillas y las dos escaleras. Además en el interior de los ábsides laterales podemos ver dos mesas de altar románicas. La cubierta primitiva sólo alcanza a la cabecera, con cascos semiesféricos para los ábsides y de medio cañón para los tramos rectos del presbiterio, que nacen de impostas aboceladas. El resto se cubre con madera, salvo el tramo central que es de armadura de par y nudillo, del XV.

C.NAVARRA:

Podemos hablar de tres ejemplos de planta centralizada, vinculados con el Camino de Santiago. Dos de ellos sirvieron como linterna de muerto y de aviso a los caminantes: la Capilla del Espíritu Santo de Roncesvalles y la iglesia de Torres del Río. La tercera, Santa María de Eunate, se discute si la mandaron construir los templarios o bien, al igual que las otras anteriormente citadas, tiene una función funeraria.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Igl de Santa María de Eunate– pocos datos hay sobre su origen, se piensa que fue construida en la segunda mitad del siglo XII, No existen documentos escritos que confirmen la tradición que la vincule con la Orden del Temple, aunque sí unas marcas de cantero atribuidas a los monjes –soldados (tienen forma de cruz con uno o dos arcos en su brazo largo) que no son del todo concluyentes. Lo que si aparece documentado es la pertenencia de la iglesia al hospital de peregrinos que poseían los Sanjuanistas, gracias a una carta enviada por el cofrade del Hospital, en 1251, a los cofrades de Obanos. Como un templo de carácter funerario es más posible identificarla, ya que se han encontrado varios enterramientos en un murete, entre columnas de la arcada exterior, en alguno se ha hallado una concha de peregrino con sus dos agujeros para coserla a la capa. Así que junto con Roncesvalles y Torres del Río, estamos ante un edificio de tipo funerario, que acogió los restos de los peregrinos fallecidos.

Se levanta sobre una ruta transversal del antiguo Camino de Santiago que llegaba desde Somport, cerca de Puente la Reina. Su planta es octogonal, en uno de sus lados se abre una cabecera absidal en semicírculo orientada hacia levante. Tiene dos accesos, uno abierto en el norte, el principal, y el otro opuesto al ábside. Toda la iglesia está rodeada de una arquería octogonal, con los lados del este más alargados. Una tapia la rodea paralelamente, sus dimensiones se reducen a un simple zócalo, en ocasiones. La galería exterior se forma por arcos de medio punto que en cinco de sus lados se apoyan en pilares cuadrangulares y en los otros tres restantes (al lado de la puerta principal), lo hacen sobre columnas geminadas rematadas por capiteles dobles, de temática vegetal y figurada: máscaras de cuya boca salen tallos que terminan en hojas y frutos, hojas de acanto entrelazadas, leones afrontados con colas terminadas en palmetas y una figura con los brazos en cruz rodeada de catorce personajes en pie. Cada ángulo del octógono se remata con una columna de capiteles fitomórficos, que llegan hasta el tejaroz, sostenido por una corona de canecillos lisos. Sobre ellos y en medio de la cubierta, se alza una espadaña posterior. Algunos de los arcos de descarga están perforados por ventanas de arcos de medio punto y gran bocel; sus columnas laterales presentan capiteles de temática vegetal. Una imposta biselada recorre los muros a la altura de los cimacios de estas columnas. En el lado oriental se abre a un ábside que al exterior toma la forma de cinco lados rectos irregulares, seccionados por columnas que terminan en el tejaroz sostenido por canecillos con cabezas de gran tamaño. En cada lado del ábside se abre una ventana similar a las de los muros del octógono; de las cuales dos son ciegas.

La portada principal está formada por una serie de arquivoltas de medio punto soportadas por dos pares de columnas. Tres de las arquivoltas están talladas, en la exterior se suceden a modo longitudinal figuras humanas y de animales alargadas, alguna cabeza y algún aspa. Las otras dos muestran temas florales. El resto son boceladas con clavos y bolas entre ellas. De los cuatro capiteles dos parecen simétricos, consiste en una cabeza barbada que se desarrolla en dos grandes espirales que ocupa cada una de las caras del capitel. La puerta occidental es pequeña y está formada por una única arquivolta.

En el interior, cada lado tiene dos columnas superpuestas, llegando la inferior hasta una imposta biselada que recorre los muros y la superior hasta casi la altura de los capiteles de las ventanas. Dos capiteles de las columnas bajas, cercanos al arco triunfal, se decoran con una escena de músicos y danza y el otro con un personaje que hace sonar un cuerno. Sobre las columnas superpuestas apean los nervios de la sección cuadrada de la cúpula que se reúnen en el centro de la misma en una pequeña clave central. Existe una pequeña puerta que da acceso a una escalera de caracol para subir al tejado. El lado oriental se abre un ábside, algo mayor que los otros, en el que vemos los mismos motivos que en la cúpula, aunque de menores proporciones.

006 Torres del RioIglesia del Santo Sepulcro de Torres del Río– El camino de Santiago debía atender las exigencias rituales de los peregrinos muertos a lo largo del trayecto, de ahí que se edificaran capillas funerarias, como la de Torres del Río. Se sitúa en el Camino de descenso hacia La Rioja. Pocos datos se conservan de su origen, se sabe que en el siglo XI existía un monasterio, que lo une a los Templarios y a funciones sepulcrales, por la linterna de muertos que corona el edificio; además hay documentos de la existencia de una necrópolis a su alrededor. Al igual que en Eunate no poseemos datos documentales que aseguren la presencia templaria en esta iglesia. Lo que sí se ha encontrado es un documento de 1100, en el que se dona un monasterio de Torres, a Irache y a su abad; y en el que se habla de que se han encontrado restos de telas lujosas y metales preciosos en la necrópolis que lo rodeaba; de lo que se deduce que era un cementerio de gente de buena posición. 

Estamos ante un edificio de pequeñas dimensiones, de planta octogonal y que crece hacia lo alto. El octógono se abre en su lado oriental a un ábside semicircular al que precede un corto presbiterio rectangular. Por el lado opuesto a la cabecera se accede a una escalera de caracol construida dentro de un cubo, adosado al exterior.

Al exterior, el ábside posee un tambor prácticamente liso, salvo por una ventana sencilla abierta en el eje y está rematado por una corona de canecillos. Los ángulos están formados por altas columnas que alcanzan el tejaroz atravesando lo tres cuerpos que forman los muros, diferenciados por medio de dos impostas corridas que circundan todo el edificio. El cuerpo inferior tiene los muros lisos, salvo por la ventana, anteriormente citada. El segundo cuerpo arranca de los arcos de descarga, que son apuntados. Hay uno por muro, menos los correspondientes al ábside y al husillo de la escalera; en los dos más cercanos, se abren dos ventanas de arcos de medio punto sobre un par de columnas. En cada uno de los muros del tercer cuerpo se abre una ventana de anchas jambas y doble arquivolta. El cilindro de la escalera no lleva ornamentación alguna y se corona con canecillos. El conjunto se remata con una corona de canecillos que soportan una cornisa de alero saliente. Sobre este remate y en su centro, se eleva la pequeña torre o linterna, también octogonal y que repite la estructura de los muros inferiores: columnas angulares y tres cuerpos horizontales. Una ventana simple se abre en lados alternos.

En el interior vemos la similitud que tiene con el exterior. El ábside comunica con la nave por un arco de triunfo apuntado que descansa sobre capiteles que representan el Descendimiento y la Resurrección, con el sepulcro vacío. Se trata de tallas minuciosas, de volúmenes nítidos y ángulos secos. Conserva las tres alturas de fuera, marcadas por impostas abilletadas. El cuerpo inferior es liso, lo que resalta los arcos que se levantan sobre él, en el segundo cuerpo. Estas columnas angulares, descienden hasta la mitad, descansando en ménsulas. En mitad del muro aparecen dos ménsulas casi unidas, adyacentes a la segunda imposta, que sirve de cimacio de la pareja. De estas ménsulas y de las columnas angulares parten, ya en el tercer cuerpo, arcos apuntados de sección rectangular sin adorno, que cruzan formando un ochavo que se convierte en círculo por medio de una cuarta imposta abilletada. Sobre ella se levanta una pequeña cúpula en la que está la linterna, la cual no se ve desde el interior. Los grandes ventanales externos, son pequeños vanos calados por celosías entre arcos, al interior. Las tallas de las ménsulas y de los capiteles de las columnas representan máscaras, arabescos, temas fitomórficos,…

El punto de fuga es vertical, lo que nos lleva a mirar la cúpula ochavada, el simbolismo del numero 8 se asocia a las aguas bautismales y a la regeneración. De este octógono se pasa al círculo, que sostiene la linterna, lo que alude a la perfección tras el bautismo iniciático precedido de la muerte y la resurrección.

Deja un comentario